Carta del Obispo Hicks sobre el Suicidio Asistido
¡Bendiciones y paz para ustedes!
Al comenzar nuestra jornada de Cuaresma, marcada por la oración, el ayuno y la limosna, les escribo para informarles de dos leyes idénticas que legalizarían el suicidio asistido en Illinois: SB 9 y HB 1328. Por favor, considere ofrecer sus oraciones y ayunar para ayudar a detener esto. Además, actúe escribiendo, llamando o enviando un correo electrónico a los funcionarios electos de su estado para votar "NO" a esta legislación. Para obtener más información, visite www.ilcatholic.org o llame al 217-528-9200.
El suicidio asistido legalizaría que un médico recete una variedad de medicamentos letales a una persona diagnosticada con una enfermedad terminal que pida poner fin a su vida.
Es alarmante que en los estados donde el suicidio está legalizado, hay casos documentados de personas a las que las compañías de seguros les niegan el tratamiento médico que les salva la vida en favor de la opción mucho más barata de los medicamentos para acabar con la vida. Los pobres y las personas con discapacidad corren un riesgo especial, ya que son los más vulnerables a esos abusos. Todas las organizaciones nacionales importantes que representan a las personas con discapacidades se oponen al suicidio asistido. No hay forma de evitar que las personas vulnerables sean coaccionadas o intimidadas para poner fin a sus vidas una vez que el suicidio asistido sea legal.
La Asociación Médica Americana (AMA) ha resumido bien el caso contra el suicidio asistido: "El suicidio asistido por un médico es fundamentalmente incompatible con el papel del médico como sanador, sería difícil o imposible de controlar y plantearía serios riesgos sociales".
Los defensores argumentan que esta legislación pondrá fin al sufrimiento al final de la vida. Como Católicos, estamos de acuerdo en que nadie debería sufrir innecesariamente o tener que ver a un ser querido experimentar un dolor innecesario. Afortunadamente, ahora hay formas efectivas de hacer que una persona se sienta más cómoda al final de la vida a través de los cuidados paliativos.
El suicidio asistido no es la solución compasiva para aquellos que sufren. A través de los cuidados paliativos, un mayor acceso a la atención de la salud mental y un mayor apoyo familiar y comunitario, proveedores y familias están encontrando mejores formas de acompañar a estas personas con compasión, formas que realmente reflejan el amor y la dignidad de cada vida humana.
Por intercesión de la Virgen María, sigamos rezando por el respeto y la dignidad de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural.
Mientras permanezco...
Sinceramente suyo en Cristo,
Reverendísimo Ronald A. Hicks
Visite www.ilcatholic.org/take-action o llame al 217-528-9200 para averiguar cómo comunicarse con sus funcionarios electos locales e animarlos a votar NO a la SB 9 y HB 1328.